El alto poder de convocatoria de este encuentro sólo puede explicarse en la enorme preocupación existente en una industria que en los últimos años se encuentra bajo mínimos y aguanta mientras puede la devastación provocada por la crisis económica con la esperanza de que algún día los stocks comiencen a tener salida y la demanda permita aumentar producción y contratación.

La propia alcaldesa de Piloña, la socialista Carmen Barrera, fue la encargada de inaugurar una jornada con una intervención en la que recordó la importancia que tuvieron las mueblerías y carpinterías para la economía local antes de que muchas desaparecieran o se trasladasen al centro de la región e instó a los asistentes a colaborar para frenar la caída de la industria. "En estos tiempos de dificultad y crisis económica toca reflexión y colaboración", indicó Barrera, que además sugirió a los empresarios que opten por el camino de la diferenciación en cuanto a calidad.

Seguidamente, la directora de El Prial, Ana Gloria Fernández, tomó la palabra para esgrimir los motivos que llevaron al centro a organizar una cita que consideró muy importante. "Este encuentro pretende buscar el análisis del sector y la reorganización del proceso productivo", recordó Fernández.

Por su parte, el ex director de El Prial y principal promotor de la cita, Cándido Díaz, planteó la necesidad de hacer un balance de lo ocurrido en los últimos años y a partir de ahí plantear soluciones a los problemas detectados. "¿Qué queda después del incendio que supuso esta crisis? Eso es lo primero que nos debemos plantear antes de mirar hacia delante", declaró un Díaz que a continuación aportó algunos datos sobre la evolución del sector observados a través de los estudios realizados en los años 2002 y 2010 por el personal del propio centro piloñés. "En 2002 había 15 empresas de producción de muebles en serie que daban trabajo a más de 300 personas y ahora ni siquiera existen", apuntó el ex director de El Prial para ejemplificar unos cambios producidos a su juicio por distintos factores, como el exceso de concentración de mercado proveniente de las épocas de bonanza, la llegada de multinacionales del mueble, las mejoras tecnológicas y la despoblación de la zona rural en favor del centro de la región.

Una vez realizada esta introducción se constituyó una mesa de trabajo formada por una comisión de representación de profesionales en la que estuvieron los empresarios Ángel Ornia, Claudio Escobio, Pedro Gil y Deli Martínez, así como el presidente de la patronal del sector (Asmadera), Luis Enrique García. Todos ellos coincidieron en la necesidad de adaptarse a los cambios del mercado e intentar llegar a todos los demandantes potenciales de un producto destaca especialmente por su calidad.

Para ello, empresarios como Claudio Escobio insistieron en la necesidad de reforzar los lazos entre profesionales para ayudar así a la obtención de los medios necesarios que permitan acometer reformas pendientes. "La unión hace la fuerza y nos permitirá optar a ayudas, estar en ferias y acometer los cambios necesarios para encajar en un mercado en el que tenemos que hacernos hueco a través de aspectos como el diseño o la calidad", indicó un Escobio que calificó la situación del sector de "subsistencia hasta que acabe la crisis" y consideró que de momento no se puede hablar de brotes verdes.

"El palo de la construcción fue muy grande y hasta que esta no mejore será muy complicado que comencemos a vender más", añadió el empresario, a diferencia de algunos de sus colegas ausentes ayer en el encuentro, que excusaron su no asistencia en un pequeño repunte de las ventas desde este mes.

Fuente: La Nueva España