Según explican fuentes conocedoras del proyecto, la nueva estrategia se apoya en el precio bajo como principal elemento competitivo. Una de las críticas que recibió el que se vino en llamar el Ikea español fueron precisamente sus precios demasiado elevados, por lo que Miguel Ángel Sanjosé, quien asumió la dirección general de Teyoland tras la salida de Ignacio Tello, ya avanzó que no quedaban más opciones que ser más «agresivos» en precio.

Esa orientación hacia productos de bajo coste le obligará a contar con proveedores extranjeros, sobre todo asiáticos, lo que supone apartarse definitivamente del modelo anterior, cuyo eje fundamental era la apuesta por los fabricantes españoles y, en particular, por los valencianos. «Si quieren tirar los precios, tendrán que vender mueble chino», aseguran fuentes del sector.

Cuando se anunció la creación de Teyoland, uno de los principales reclamos fue la vinculación con la industria local. Según el fundador, el objetivo era dotar al fabricante español del mueble de un importante canal de distribución. A finales de 2012, cuando firmó el convenio con las condiciones para la instalación en el pabellón 7 de Feria Valencia, ambas partes destacaron que la tienda suponía «una gran oportunidad para los productos fabricados en España». En el momento de la apertura contaba con 300 proveedores, el 95% españoles y la mitad valencianos.

El convenio entre Teyoland y Feria Valencia surgió por el interés de esta última por facilitar a sus expositores «nuevas vías de comercialización» para sus productos. El recinto ferial, que entonces todavía estaba presidido por Alberto Catalá, recibió críticas de la federación de comerciantes del mueble por la cesión en alquiler de uno de sus pabellones al proyecto de Ignacio Tello. El recinto trató de contrarrestar esos ataques garantizando a sus expositores un «acceso preferente» a la tienda.

Al margen de recoger las condiciones concretas del alquiler, por el que Teyoland se comprometía a pagar a Feria Valencia un 4% de su facturación durante los 7 años de contrato con un mínimo de un millón de euros anual, el convenio también regula la obligación de Teyoland de apoyar a la industria del mueble local.

Deuda pendiente

Mientras tanto, los socios de Teyoland negocian con Feria Valencia el pago de la deuda pendiente por el alquiler de los 20.000 metros de tienda que permanece cerrada desde finales de noviembre. Actualmente está pendiente el pago de tres mensualidades, unos 300.000 euros, y el nuevo presidente de Feria Valencia, José Vicente González, ya ha manifestado que los nuevos responsables de Teyoland tendrán que desalojar el pabellón si no se salda esa deuda. La intención de Miguel Ángel Sanjosé es renegociar a la baja con Feria Valencia, tanto el precio como la superficie ocupada.