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Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en LinkedINHubo quien dijo que aquello no servía para sentarse. Menos mal que Verner Panton persistió en su idea y Rolf Fehlbaum, de Vitra, creyó en ella. Ambos dieron forma a todo un hito de la historia del diseño.
Se cita una frase de Verner Panton (Dinamarca, 1926- 1998) que dice que "uno se siente más cómodo cuando le gusta el color de su asiento".
Para rastrear sus orígenes hay que remontarse a principios de la década de 1960 y, como icono en toda regla, tiene su leyenda... Cuando Vitra se cruzó en el camino del diseñador danés, se cuenta que el atrevido de Panton ya había tanteado a una veintena de fabricantes que habían rechazado la idea por imposible; incluso hubo quien dijo que aquello no podía llamarse silla porque no servía para sentarse... De no haber sido por Rolf Fehlbaum, de la familia fundadora de Vitra, hoy no estaríamos hablando de sus líneas orgánicas, de su ejercicio de equilibrio, de su diseño cantiléver por utilizar el término técnico.
Él aceptó el reto de hacerlo realidad porque le fascinó, y no fue fácil. Pruebas, prototipos y fracasos fueron el pan nuestro de varios años en el afán de conjugar los contornos propuestos por el creador y las limitaciones de la fabricación. Por fin, en 1967 pudieron presentar la silla construida en poliester prensado en frío y reforzado con fibra de vidrio, la primera en la historia hecha en plástico de una sola pieza.
La producción comenzó al año siguiente no sin un laborioso proceso de fabricación que ha sido la tónica del modelo que incluso dejó de editarse durante un tiempo. En la actualidad se comercializan tres versiones: la Classic, de espuma de poliuretano rígida y satinada; la Panton Chair, la mate y más fiel a la idea original de Panton (hubo que esperar a 1999 para poder fabricarla tal cual); y la Junior. Esta última edición, llamada Sunlight.
La atemporalidad de su diseño ha supuesto que sea una de las piezas recurrentes en los espacios interiores más sofisticados y habituales en las revistas de interiorismo, lo que ha propiciado que hayan proliferado multitud de réplicas de bajo coste, en su mayoría procedentes de China, en contraposición a la original producida por Vitra. Existen réplicas fabricadas en diversos países como Italia o China pero la mayoría de ellas, no responden a la calidad o el diseño de la original.
A lo largo de los años, la Silla Panton, originalmente conocida como Silla S Panton, ha sido expuesta en Dinamarca y en el extranjero. Actualmente forma parte de las colecciones permanentes de varios museos de diseño, como el Museum of Modern Art de Nueva York, el Design Museum de Londres, el Museo Histórico Alemán de Berlín y el Designmuseum Danmark de Copenhague.
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